La necesidad global de una mayor conectividad sigue en auge. La demanda es voraz e ilimitada. La conectividad de banda ancha se ha convertido en un vínculo crucial en casi todos los aspectos de la vida de las personas, incluidos el trabajo, la atención médica, el entretenimiento o la seguridad.

Esta creciente necesidad está impulsando a muchos diseñadores de redes a confiar aún más en las redes de fibra óptica modernas para cumplir con los requisitos de anchos de banda actuales y futuros. Junto con la necesidad de una mayor capacidad y velocidad más altas, también está la necesidad de brindar un servicio consistente e ininterrumpido.

Para que las redes ópticas modernas funcionen a su mayor potencial, es necesario que la red de fibra esté correctamente instalada y mantenida. Esto incluye asegurarse de que todas las conexiones y empalmes se mantengan perfectamente limpios para evitar problemas potenciales como la pérdida de inserción (señal debilitada), retro-reflexión (la señal se desvía de regreso a su fuente) o un apagado completo del sistema.

A pesar de la importancia de la limpieza, algunos miembros de la industria de la fibra todavía se muestran reticentes a reconocer la necesidad de una limpieza completa de la fibra como un factor crítico en su rendimiento. Sostienen que las prácticas llevadas a cabo en las fibras más antiguas siguen siendo adecuadas y, a menudo, no tienen el tiempo, las herramientas o el presupuesto para limpiar la fibra. Es aquí donde surgen los «tres mitos de la limpieza de fibras».

Mito 1: no hay nada que limpiar

Cuando se trata de instalar o mantener redes de fibra, siempre existe la necesidad de limpiar. Una de las mayores amenazas para una red de fibra óptica es la contaminación de los extremos y empalmes de los conectores, también llamados interconexiones ópticas. Son muy vulnerables a una serie de microcontaminantes que pueden causar estragos en una señal óptica, por lo que deben eliminarse de ambos lados de cada extremo cada vez que se instala, prueba o reconfigura una fibra para garantizar el rendimiento y la confiabilidad del sistema.

Las partículas de polvo son uno de los contaminantes más comunes y pueden provenir de muchas fuentes, como la piel muerta, polen de plantas, cajas de cartón y pelusa de la ropa. Pueden causar arañazos y picaduras en las caras de los extremos, lo que puede debilitar la señal. Otro contaminante típico son los aceites de las huellas dactilares, ya que contienen sales que pueden crear espacios de aire entre las caras de los extremos y pueden causar retro-reflexión, atenuación de la señal o incluso un apagado completo del sistema.

Mito 2: La limpieza requiere demasiado tiempo y dinero

Con la mayor necesidad de conectividad y el creciente número de redes de fibra óptica, muchos técnicos sienten la presión de trabajar lo más rápido posible y pasar a su próxima instalación. Muchos técnicos reciben comisiones ​​en función de la cantidad de instalaciones que pueden completar durante el día.

Sin embargo, solo se necesitan unos segundos para limpiar e inspeccionar el extremo de una fibra. Si un técnico tiene las herramientas y la capacitación adecuada, limpiar e inspeccionar la cara de un extremo puede llevar tan solo 30 a 40 segundos. Los minutos dedicados a limpiar e inspeccionar los extremos de las fibras superarán con creces las horas dedicadas si el técnico tiene que regresar para solucionar problemas, identificar, reparar y limpiar empalmes y conectores defectuosos.

Además, el coste de mano de obra de limpieza suele ser más bajo que el de una reparación. Enviar un camión de regreso al lugar de trabajo para volver a trabajar un empalme defectuoso debido a conexiones y empalmes contaminados generalmente cuesta mucho más, sin mencionar a unos clientes posiblemente insatisfechos.

Mito 3: No se necesitan herramientas especiales para limpiar

El estándar para la inspección y limpieza de conectores de fibra óptica es el estándar internacional IEC 61300-3-35. Una de las mejores formas de cumplir con este estándar de limpieza es utilizar las herramientas de limpieza de fibra óptica adecuadas diseñadas para aplicaciones de fibra óptica. Mejores herramientas y procedimientos de limpieza permiten a los técnicos limpiar rápida y completamente, ahorrando tiempo y dinero. También ayuda a garantizar una red de confianza y alto funcionamiento.

Un kit básico de limpieza de fibra óptica que todo técnico debería tener estaría compuesto de:

Toallitas de tela

Son una herramienta esencial para una limpieza exitosa, y las de tela de grado óptico son la mejor opción ya que son lo suficientemente absorbentes para eliminar la contaminación de la superficie del extremo sin generar pelusa. También se utilizar junto a un líquido de limpieza para una limpieza wet and dry, y así eliminar la estática durante la limpieza. Recuerde usar solo una toallita por cada extremo o toallitas que permitan ser reutilizadas. Las toallitas usadas probablemente volverán a depositar partículas o aceites en la cara del extremo.

Toallitas fibra óptica MCC-WSC640 640 conectores

Líquido de limpieza de grado óptico

El método wet & dry es el reconocido como método más eficaz para limpiar los extremos de las fibras. El agua y el alcohol isopropílico son las opciones tradicionales, pero son difíciles de comprar en envases de alta pureza y difíciles de mantener sin contaminar durante las operaciones diarias.

Limpiador fibra óptica MCC-POC03M

Los líquidos de limpieza de grado óptico se secan rápido, disipan la estática y se venden en envases herméticamente sellados. El tiempo de secado rápido es especialmente importante para limpiar la fibra, ya que acelera el tiempo de limpieza y evita que la humedad sea atraída, lo que minimiza la contaminación. Un líquido disipador de estática también ayuda a desviar las impurezas, especialmente el polvo de la superficie que se limpia.

Ya que los líquidos de limpieza de grado óptico no contienen agua no se congelarán cuando trabajen en ambientes fríos. Además, no son inflamables, lo que los hace más seguros para almacenar y transportar.

Bastoncillos de limpieza

Se utilizan para limpiar conectores. Los técnicos deben elegir un bastoncillo con una punta lo suficientemente suave como para no rayar la superficie del extremo. Primero se debe humedecer la punta de limpieza con una pequeña cantidad de líquido de limpieza de grado óptico y girar el bastoncillo en una sola dirección para evitar la contaminación cruzada. Solo se debe utilizar una varilla por cada extremo.

Bastoncillos para limpieza de fibra óptica de Microcare

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